Muchas veces creemos que la vida tiene que seguir una línea recta: eliges una carrera, consigues un trabajo, avanzas en él y ahí te quedas. Pero, ¿qué pasa cuando lo que estudiaste o lo que estás haciendo no te hace feliz? ¿Qué pasa cuando, después de tanto esfuerzo, te das cuenta de que no era el camino que realmente querías?
Sentir arrepentimiento es duro, pero también es una señal poderosa: te está mostrando que aún hay un deseo dentro de ti, que hay algo que realmente quieres hacer. Y eso es valioso.
Nunca es tarde para cambiar de rumbo. Nunca es tarde para dedicarte a lo que de verdad te apasiona. La edad no es un límite, el único límite es quedarte paralizado por el miedo al “qué dirán” o al tiempo que ya invertiste. Piensa que cada experiencia, incluso la que ahora ves como un error, te ha dado herramientas que podrás usar en tu nueva etapa.
La vida no es una jaula, es un lienzo en blanco que siempre puedes volver a pintar. No importa si tienes 20, 30, 40 o más… si en tu corazón sientes el llamado a otro camino, escúchalo. Lo que de verdad importa es que vivas una vida que se sienta tuya, auténtica y coherente con lo que amas.
🌱 Te invito a ver el siguiente video donde hablo de este tema con más detalle y comparto ideas que pueden inspirarte a dar ese primer paso hacia lo que realmente quieres.