Si le cuesta verte, que le cueste tenerte!

Muchas veces nos aferramos a una relación con la esperanza de que la otra persona cambie, de que un día empiece a valorar nuestro tiempo, a demostrar su cariño o a ser más detallista. Pero la verdad es que el amor no debería sentirse como una lucha constante para obtener migajas de atención.

Si tu pareja no hace ningún esfuerzo por compartir contigo, si no demuestra afecto, si no está presente en los momentos que necesitas… entonces, ¿qué es lo que realmente tienes? El amor verdadero se refleja en acciones, en pequeños gestos, en el deseo genuino de compartir la vida con el otro.

Quedarte en una relación en la que no recibes lo básico es conformarte con menos de lo que mereces. Y tú mereces mucho más. Mereces a alguien que elija estar contigo, que te valore, que te busque, que te cuide.

Abrir los ojos no siempre es fácil, pero es necesario. No tengas miedo de soltar a quien no está dispuesto a darte lo que necesitas. Porque ahí afuera hay alguien que sí querrá compartir contigo, que sí será detallista, que sí demostrará con hechos que te quiere en su vida.

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